El uso del agua para la cura de los trastornos fisiológicos, es decir, los tratamientos hidro terapéuticos, no son simplemente una limpieza o barrido de impurezas sino la acción de un componente del agua poco conocido: El Prana, la energía vital que anima al organismo de todo ser viviente. El agua, el aire, y los alimentos, contienen Prana. Muchos estudios científicos occidentales comprobaron que los tejidos lo asimilan con mayor facilidad cuando la mente acepta sus influencias. Yogui Ramacharaka parte de este concepto y explica cómo opera en cada órgano y nos explica distintas maneras de emplear el agua como remedio natural. Si bien hace énfasis en la acción terapéutica que logra sobre los tejidos y funcionamiento del estómago e intestinos, presenta una gran variedad de baños, internos y externos, fomentos, compresas y fricciones con agua. Además de su eficacia, todos los tratamientos expuestos tienen como común denominador: Su facilidad de aplicación.

Yogui Ramacharaka es el seudónimo que eligieron Baba Barata y William Walker Atkinson para escribir sus libros conjuntos en homenaje al maestro de Barata: Ramacharaka. Este fue un buscador, nacido en la India el año 1799 y que recorrió sus tierras buscando escritos de la antigua sabiduría. En 1865, tras años de búsqueda y visitas a lugares sagrados en los que pudo ayunar, meditar y decantar la vasta información recogida, Ramacharaka encontró las bases de su filosofía. En esa época aceptó como alumno a Baba Barata, un niño de ocho años proveniente de una familia de Brahmines. Juntos volvieron a recorrer los caminos del maestro. En esos viajes, Ramacharaka adoctrinó a Baba Barata con su filosofía. En 1893, cuando su paso por esta vida se estaba cerrando, Ramacharaka encargó a su alumno la misión de llevar sus enseñanzas y conocimiento al nuevo mundo. Así, Baba Barata llegó a Chicago, mientras se preparaba la Exposición Mundial de Columbia y fue invitado a dar conferencias. Sus disertaciones fueron un éxito y personas llegadas de todo el mundo, para visitar la feria, se entusiasmaron con su mensaje. Muchos de ellos se convirtieron en sus seguidores y le pidieron comenzar una nueva religión. Baba Barata aceptó escribir sus conocimientos y enseñanzas. Alrededor del año 1900, conoció a William Walter Atkinson, un abogado, editor, escritor, ocultista y pionero del movimiento del Nuevo Pensamiento y considerado el introductor del Yoga en los Estados Unidos. Ambos acordaron unirse para escribir los libros en los que Barata proveería el material y Atkinson la habilidad para redactar, y que sus textos se publicarían con el seudónimo de Yogui Ramacharaka.